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Tierra de Voces – Paraguay

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Familias lingüísticas y pueblos indígenas del Paraguay

Según los datos del III Censo Nacional de Pueblos Indígenas 2012, se identifican 19 pueblos indígenas pertenecientes a cinco familias
lingüísticas: Guaraní (Aché, Avá Guaraní, Mbya Guaraní, Paĩ Tavyterã, Guaraní Ñandeva, Guaraní Occidental), Maskoy (Toba Maskoy,
Enlhet Norte, Enxet Sur, Sanapaná, Angaité, Guaná), Mataco Mataguayo (Nivaclé, Maká, Manjui), Zamuco (Ayoreo, Ybytoso, Tomárãho) y
Guaicurú (Qom).

¡Paraguay, Tierra de Voces - Tetã Iñe’ẽ Ayvu Hetáva!
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Yiyo Juancito, indígena nivaclé (2019: Año Internacional de las Lenguas Indígenas)
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Canto indígena “Oñe’ẽmbáma kavureju” del Grupo “Kuña reko yvoty”
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Pueblo Aché

Pertenece a la familia lingüística Guaraní. Registra un total de 1.884 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos de Canindeyú, Caazapá, Caaguazú y Alto Paraná.
La lengua propia es Aché y es utilizada por el 90,23% del total de la población. Las lenguas de contactos son el guaraní paraguayo, y escasamente el castellano.
Los Aché eran conocidos también como Guayakí, una denominación externa a su cultura que encierra actitudes despectivas hacia este pueblo indígena, cuyo significado literal sería “ratón del monte”. Ellos se autodenominan Aché (persona, persona verdadera).
Estos indígenas llaman la atención por el color de su piel (blanca), sus ojos claros, la barba en los varones, y otros rasgos fisonómicos que los diferencian de otros grupos étnicos.
Los Aché están organizados en forma de sociedad comunal. Su comunidad consiste en redes de parentesco en que se comparten la comida y el albergue. Las decisiones de la comunidad son tomadas por consenso, entre ellas la de selección de su líder o cacique, quien es elegido según sus habilidades de liderazgo.
La cacería es fundamental para entender el sistema social de los Aché; toda la vida está centrada en la cacería y la recolección, siendo la carne la base de su dieta. Aquellos que proveen la carne -los hombres- son respetados por su habilidad en la cacería. La relación entre los hombres y los animales es fundamental para la cosmovisión de los Aché. De hecho, la génesis de las almas de los niños se atribuye a la carne que comen sus madres estando embarazadas en una ceremonia especial y se le da al niño el nombre de ese animal.
La reencarnación está directamente vinculada a la relación entre el hombre y la naturaleza. El alma Aché vuelve al monte cuando muere (ibid). Así como con otros aspectos de la vida la cacería es comunal. La caza, por lo tanto, es la base de su sistema de creencias y su medio de subsistencia.

Pueblo Avá Guaraní

Pertenece a la familia lingüística Guaraní. Registra un total de 17.921 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos de Canindeyú, Alto Paraná, Caaguazú, San Pedro, Asunción y Amambay.
La lengua propia es Avá y es utilizada por el 5,84% del total de la población. Mantiene un contacto lingüístico con el guaraní paraguayo y escasamente con el castellano.
Los Avá Guaraní eran denominados Chiripá por Metreaux (1948, 71), mientras que Súsnik (1961, 1773) los llamaba Chiripá (Guaraníes Avá-Katú-eté, los auténticos hombres).
Los Avá Guaraní son prácticamente anárquicos en el sentido político, porque las decisiones debían ser tomadas por el aty guasu. Nos encontramos, pues, ante una forma de organización de la sociedad fuertemente igualitario.
La tenencia de la tierra es comunitaria, así como era en los antiguos pueblos guára; territorio bien delimitado para un grupo donde existía un tekoha ruvichá, generalmente un líder religioso (ñanderu) asistido por la asamblea de todos los miembros, llamada aty guasú.
Están convencidos de que para ser ellos mismos, deben guardar firme observancia de todo lo que implica su cultura, su verdadera cultura (teko ete). Esto significa el respeto estricto de todos los compromisos y las normas de convivencia relacionadas con el parentesco, el matrimonio, la reciprocidad, las danzas rituales, el cuidado de los cultivos, la caza, los cantos gua’u y los cantos kotyu.

Pueblo Nivaclé

Pertenece a la familia lingüística Mataco Mataguayo. Registra un total de 14.768 habitantes y están asentados en los departamentos de Boquerón y parte de Presidente Hayes.
La lengua propia es Nivaclé y es hablada por el 99,40% de total de la población. Mantiene contacto lingüístico mayoritariamente con el castellano, y muy escasamente con el guaraní paraguayo.
La denominación Nivaclé significa hombre, en sentido genérico, ser humano según el estudio de Chase-Sardi. Mientras el de género femenino es Nivacchei o Nivacche. Se los conocía con los nombres de Chulupi y Ashuhay.
Su organización política se basa fundamentalmente en la distribución y el clan territorial. Ejercía el liderazgo el caanvacle, guerrero que obtenía su status de acuerdo a la cantidad de escalpes, casbatecb, que haya obtenido en combate. Más de cinco, de etnias distintas, lo convertían en uj caanvacle, gran cacique.
Como creencias tradicionales de los Nivaclé, el mundo, en sus versiones cosmológicas diversas, existió siempre, sin necesidad de ser creado. Al principio todo era confuso y caótico. Fitzököjic llega así, para ordenar el caos en cosmos, crear la cultura, las normas de relación social, descubrir a las mujeres del agua y convertirlas en mujeres de la tierra, sacarles su peligrosidad para los hombres. Se trata de un héroe cultural, organizador del cosmos que, finalmente, se retira del mundo o es expulsado de él, y no interviene más.
El matrimonio en la cultura Nivaclé es generalmente monógamo, a excepción de los líderes y chamanes (toyet) que practican la poligamia. El matrimonio se realiza después de una larga amistad y de relaciones sexuales prematrimoniales, donde la mujer (nivache) es la que tiene todas las iniciativas.

Pueblo Enxet Sur

Pertenecen a la familia lingüística Mascoy Enlhet-Enenlhet. Registra un total de 7.284 habitantes y están asentados en el departamento de Presidente Hayes.
La lengua propia es Enxet y es hablada por el 49,75% del total de la población. Mantiene un contacto con el guaraní paraguayo, y muy escasamente con el castellano.
Se autodenominan Enxet que significa, hombre, persona. Siguen sus prácticas de cazadores y recolectores, aunque han disminuido enormemente en los últimos años con la tala masiva de los bosques de su territorio tradicional.
El chamán ocupa un lugar privilegiado en las comunidades, es respetado, consultado y temido a la vez. Para ser chamán, hay que pasar por una iniciación muy severa. Los chamanes utilizan los espíritus de los animales, de las plantas y de otros seres cósmicos para lograr resultados apreciables.
En la creencia de los Enlhet, si alguien muere de noche, el espíritu, que se desprende del cuerpo, quedaría vagando por el lugar creando espantos. Si se piensa que alguien está débil y puede morir en la noche, se procede rápidamente a enterrarlo antes de la caída del sol, aunque no esté todavía muerto.
El tiempo del sueño es un tiempo peligroso, pues mientras se duerme, el alma se puede separar del cuerpo, salir por el pecho y hacer cosas que se ven como sueños. Se cree que los espíritus malos (kilyikhama) están en busca de estos momentos de sueño para posesionarse del cuerpo del durmiente. Así que el sueño es un serio riesgo que constituye un gran peligro.

Pueblo Toba Maskoy

Pertenece a la familia lingüística Maskoy Enlhet-Enenlhet. Registra un total de 2.072 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos de Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay.
La lengua propia es Maskoy y es hablada por el 73,45% del total de la población. El idioma de contacto es el guaraní paraguayo, y muy escasamente el castellano.
Su territorio tradicional comprende desde el río Paraguay hasta las colonias menonitas del Chaco Central en su límite este-oeste, y desde la zona de Puerto Sastre hasta río Negro, en su límite norte-sur. Uno de los primeros contactos fue en 1870 a través de indígenas Qom que se refugiaron en Riacho Mosquito, lugar que aún sigue habitando el Pueblo Toba Maskoy.
Como la mayor parte de los pueblos indígenas chaqueños, mantienen su tradición de cazadores y recolectores, practicando igualmente la pequeña agricultura. Según el censo anterior (DGEEC 2002), aún cazan y consumen carne de carpincho, armadillo, cerdo silvestre y yacaré, pezcan y recolectan  cogollos de palma, algarrobo, tuna, coco y miel silvestre; además, realizan artesanías en lana, karaguatá y hoja de palma.
En la actualidad, la caza y recolección se realiza en menor medida, teniendo que vender su mano de obra en las estancias e industrias de la zona. Tienen pequeña producción propia de agricultura, ganadería y otros animales.

Pueblo Guaraní Occidental

Pertenece a la familia lingüística Guaraní. Registra un total de 3.587 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos de Boquerón y San Pedro.
La lengua propia es Guaraní y es hablada por el 19,96% de total de la población. Mantiene un contacto con el guaraní paraguayo y escasamente con el castellano.
El parentesco se basaba en una estructura patrilineal con el liderazgo político de un cacique (ore ruvicha). El chamanismo estaba muy difundido y tenía una vinculación muy estrecha con los aspectos religiosos y espirituales de la vida. El chamán, mediante sus prácticas, lograba curar a los enfermos, sacando los espíritus del mal. Podía influir sobre los agentes atmosféricos, lluvias, etc.
Antiguamente practicaban la talla de madera, como lo mencionan investigadores de comienzos del siglo XX. Particularmente se mencionan los peines de madera, cuyos bordes eran ricamente trabajados. También se cita la existencia de cucharas, platos, fuentes y utensilios trabajados en madera de palo santo, cuay ornamentación presentaba tradicionales motivos andinos.
Actualmente la talla de madera, generalmente de samu’ũ, para la fabricación de algunas máscaras que son usadas en la gran fiesta anual, el Areté Guasú.
A los muertos se les enterraba en urnas funerarias con el cuerpo dispuesto en posición fetal. Además, se ponía agua y alimento para que el alma del difunto pudiera caminar expeditamente hacia el cielo. En este caminar tenían que superar varias pruebas, pero al final la alegría de la meta compensaba todos los esfuerzos.

Pueblo Manjui

Pertenece a la familia lingüística Mataco Mataguayo. Registra un total de 582 habitantes y están asentados en el departamento de Boquerón.
La lengua propia es Manjui y es hablada por el 83,33% del total de la población. Mantiene un contacto lingüístico mayoritariamente con el castellano, y escasamente con el guaraní paraguayo.
Se evidencia la existencia de hablantes que se encuentran en acelerado proceso de guaranización, especialmente en una de las comunidades (Abizai), sin embargo en otra comunidad, por su composición interétnica, tienden a hablar preferentemente el idioma nivaclé. No obstante, en la comunidad Santa Rosa Wonta, se pudo identificar una población mayoritariamente hablante de la lengua propia.
Existe un desafío en la tarea de encontrar consensos sobre la denominación étnica del pueblo manjui-lumnanas tanto en el tiempo como en el espacio. De acuerdo a los estudios lingüísticos más recientes, la denominación Jlumnájnas o lumnanas (‘del monte’) surgido a partir de reuniones a mediados de la década pasada, aunque no todas las comunidades la aceptan.
De todas las actividades de subsistencia, la caza es la más valorizada y a la cual se le atribuye una importancia mucho mayor que su potencial para generar ingresos. Es una actividad exclusivamente masculina e implica la más variada gama de técnicas y recursos.
Los manjui-lumnanas vivían tradicionalmente en pequeños grupos familiares con características uxorilocales (la residencia es determinada según el linaje femenino). Los miembros del grupo cooperan de forma cercana, y se comparten toda la producción.
El liderazgo tradicional está asociado profundamente con la figura del chamán. Este asegura el equilibrio del cosmos y de esa manera protege a los miembros de la comunidad ante cualquier mal.
La organización de las fuerzas cósmicas depende a su vez de un ciclo vital extraído de los ritmos de la naturaleza, que permite ubicar los momentos de cohesión social en el tiempo. Estos momentos son los más importantes a nivel político, ya que constituyen una oportunidad de desplegar las capacidades ceremoniales y rituales.

Pueblo Paĩ Tavyterã

Pertenece a la familia lingüística Guaraní. Registra un total de 15.494 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos de Amambay, Canindeyú, Concepción y San Pedro.
La lengua propia es Paĩ Tavyterã y es utilizada por el 40,48% del total de la población. Mantiene contacto con el guaraní paraguayo, y escasamente con el castellano.
Se autodenominan Paĩ Tavyterã. En el guaraní hablado por este pueblo, Paĩ es el título que emplean los dioses al dirigirse la palabra y Tavyterã significa habitantes de la ciudad del centro de la tierra. También se les ha llamado Pan y Terenohe.
El Ava Reko es un conjunto de conocimientos y prácticas que están en la base de la vida Paĩ y que se expresan en varios aspectos. Poseen una ética muy respetuosa de la persona humana, con sanciones para quien transgreda las normas sociales de la comunidad.
El creador absoluto de la tierra es Ñane Ramoi Jusu Pa Pa, quien la entregó gratuitamente a los mortales para que la cuiden, la conserven como algo que debe perdurar en el tiempo futuro; la tierra es como una madre que alimenta a sus hijos, y por lo tanto merece respeto, así como se respeta a la madre.
La presencia del mal y de la imperfección es combatida con la búsqueda del Yvy Marane’ỹ, la tierra sin mal, que es un lugar geográficamente ubicado hacia el este y para llegar a él hay que cruzar el Gran Mar originario. De aquí el carácter sagrado del cedro que serviría para hacer las embarcaciones. Más allá de buscar geográficamente el lugar de la tierra sin mal, el significado de esta búsqueda es vivido en las comunidades como una tendencia hacia lo bueno, lo perfecto, lo justo, lo tranquilo, lo que debería ser.

Pueblo Angaité

Pertenece a la familia lingüística Maskoy Enlhet-Enenlhet. Registra un total de 5.992 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos Presidente Hayes y Alto Paraguay.
La lengua propia es Angaité y es hablada por el 9,69% del total de la población. Mantiene un contacto con el guaraní paraguayo, y escasamente con el castellano.
Está conformado por tres grupos: Koahlok, Koietevees y Konjanava que se identifican con una unidad. Se autodenominan Enlhit.
Se reconoce que actualmente la presión cultural sobre los Angaité es muy fuerte; algunos pensaban que habían perdido su cultura y su lengua pero la aspiración de volver a sus tierras no se apagó. Viven en las estancias por una necesidad de sobrevivencia y para conservar la memoria del pasado con bailes y ceremonias rituales.
Su economía se basaba en la recolección, la caza y la pesca; tenían pequeñas huertas de subsistencia con algunos animales domésticos. Tenían una forma de redistribución de los productos mediante el sistema de reciprocidad estricta, considerando que los bienes conseguidos no deben servir a la ley de la acumulación sino a la del compartir.

Pueblo Mbyá Guaraní

Pertenece a la familia lingüística Guaraní. Registra un total de 20.546 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos de Concepción, San Pedro, Guairá, Caaguazú, Itapúa, Alto Paraná y Canindeyú.
La lengua propia de Mbyá y es utilizada por el 38,69% del total de la población. Existe un contacto con la lengua guaraní paraguayo, y escasamente con el castellano.
Además del vocabulario corriente, existe el religioso, llamado “ñande ary guá ñe’ẽ” (palabras de los situados encima de nosotros), o ñe’ẽ porã (palabras hermosas) empleadas exclusivamente en las plegarias, himnos sagrados y mensajes divinos recibidos de los ancianos y ancianas para ser transmitidos a los miembros de la tribu. Son palabras, frases y locuciones pronunciadas siempre con el mayor respeto, y en ningún caso se divulgan a personas que no gocen de la plena confianza de los indígenas.
Su autodenominación ritual es Jeguakáva Tenonde Porangue’í (los primeros escogidos en llevar el adorno de plumas).
En la visión de los Mbyá la tierra no es solo un recurso de producción, sino un ámbito de relaciones sociales, además de ser escenario de la vida religiosa. Los indígenas Jeguaká Tenondé, generalmente llamados Mbyá y a veces, Ka’yguá, viven en pequeños grupos que raramente exceden de cuatro a cinco familias.

Pueblo Sanapaná

Pertenece a la familia lingüística Maskoy Enlhet-Enenlhet. Registra un total de 2.866 habitantes y están asentados en los departamentos de Presidente Hayes y Alto Paraguay.
La lengua propia es Sanapaná payvoma y es hablada por el 42,95% del total de la población. Mantiene un contacto con el guaraní paraguayo, y muy escasamente con el castellano.
Se autodenominan Kasnapan, mientras que otros grupos étnicos les llaman Kyisipan o Saapan.
En sus fiestas y manifestaciones artísticas, el canto, la música y el baile juegan un papel muy importante. Para la fiesta de iniciación femenina, se usan mucho las máscaras y disfraces.
Una de las fiestas tradicionales es la fiesta de la cosecha del algarrobo. Para esta celebración se prepara el patay’ (un pan hecho con harina de algarrobo). En esta fiesta, como en todas, se bebe abundante chicha.
Los Sanapaná son buenos músicos; construyen artesanalmente sus propios instrumentos musicales: flautas, tambores, violines hechos de samuú. Su alfarería consistía antiguamente en construir objetos de uso, fundamentalmente: platos, cacerolas y cántaros de barro cocido; ahora usan utensilios de los que ofrece el mercado corriente.
El chamán de este grupo étnico posee un don y tan solo debe desarrollarlo. La prueba fundamental es el ayuno que dura más de un mes, al cabo del cual debe realizar diversas pruebas: tales como devorar serpientes vivas y atravesar con espinas sus músculos. El chamán puede irradiar su poder y con ello lograr “bendiciones” y “desgracias”.
Se destaca la fuerza mítica que tiene entre ellos el “alma de los sueños” y “de los muertos”. El alma abandona el cuerpo durante el sueño: los sueños son por lo tanto las vivencias del alma en sus andanzas; la muerte es provocada por fuerzas hostiles que roban el alma permanece en las proximidades del lugar en que ha ocurrido la muerte.

Pueblo Tomárãho

Pertenece a la familia lingüística Zamuco. Registra un total de 152 habitantes. Son un subgrupo de los Chamacocos, descendientes de los Zamuco y se encuentran asentados en la comunidad de Puerto María Elena-Pitiantuta del distrito de Fuerte Olimpo.
La lengua propia es Tomárãho y es hablada por el 100% del total de la población. Mantiene un contacto lingüístico con el castellano, y escasamente con el guaraní.
La economía estaba basada en la recolección, la caza y la pesca. Entre los alimentos existían muchos tabúes que orientaban la selección y las preferencias alimentarias; estos tabúes eran diferentes según el género, unos eran válidos para las mujeres y otros para los hombres.
Para los varones existe una iniciación masculina muy estricta llamada tobich. La iniciación masculina insertaba al sujeto en un sistema temporal de edades sucesivas, divididas en etapas bien marcadas: uetérek, son los iniciandos; nakerbiták, son los iniciados jóvenes hasta el matrimonio; nakarap, los hombres ya con hijos y finalmente elaro, que agrupa a los ancianos en general.
Gran importancia tenía en las comunidades el chamán (konsaho) con sus actuaciones típicas orientadas a la neutralización o derrota de los espíritus y maleficios que producen trastornos y enfermedades personales o grupales.
Las mujeres manifiestan en la confección de las bolsas su gran sentido ornamental. Mediante los colores de las fibras aplican diseños geométricos, como bandas lineales, rombos, hexágonos, pentágonos, rectángulos, escalones diagonales y motivos triangulares.
Se destacaban, entre las diferentes cerámicas, los cántaros para transportar y guardar agua.

Pueblo Guaná

Pertenece a la familia lingüística Maskoy Enlhet-Enenlhet. Registra un total de 393 habitantes y están asentados en los departamentos de Concepción y Alto Paraguay. Eran también conocidos con el nombre de Kashkiha.
La lengua propia es Guaná y es hablada por el 1,01% del total de la población. Mantiene un contacto lingüístico con el guaraní paraguayo, y escasamente con el castellano. La lengua Guaná es una de las lenguas consideradas en serio riesgo de desaparecer, debido a la fuerte inclusión del Guaraní paraguayo por los miembros de la comunidad.
En cuanto al liderazgo, se describe una trilogía compuesta por tres jefes 1º jefe: Apmombie, 2º jefe: Aptitincojo, 3º jefe: Quiemjingoka. El 3º jefe sería el encargado de recorrer la comunidad y mantener informado al 2º jefe de lo que ocurra en ella, principalmente de los incidentes de mayor importancia, el 2º jefe recibe la información y lo transmite al 1º jefe que es el que toma las decisiones.
En la creencia mitológica acerca del origen del hombre guaná, se habla de que sus antepasados subieron al suelo terrestre por un hilo, y que cuando salieron de lo que parecía haber sido un pozo, un papagayo cortó el cordel.
En cuanto al chamanismo, se señala que los novicios de chamán entre los guaná deben ayunar por unos 3 meses antes de poder practicar. Durante este tiempo deben soportar periodos de varios días de abstinencia completa de alimentos y agua, seguidos por breves intervalos durante los cuales pueden beber agua y comer batatas.
Los bailes tienen un sentido muy profundo de espiritualidad propio del pueblo, así señalan que el baile kuña se realiza para festejar la menarquia de las niñas; el baile mbyky es una ceremonia que se realiza para despedir a un ser querido que ha dejado el mundo terrenal y para ahuyentar las tristezas de las personas que han perdido al ser querido.
En la confección de artesanías, las mujeres y principalmente las ancianas se destacan en la elaboración de canastos, pantallas, escobas (karanda’y), hamacas hechos en hilo de caraguatá, que son de carácter utilitarios o vendidos ocasionalmente.

Pueblo Ayoreo

Pertenece a la familia lingüística Zamuco. Registra un total de 2.461 habitantes y están asentados principalmente en los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay.
La lengua propia es Ayoreo y es utilizada por el 98,5% del total de la población. Mantiene un contacto con el castellano, y con escaso grado con el guaraní paraguayo.
Se autodenominan Ayoreo “gente verdadera”. Se les conocía comúnmente con el nombre de Moros o Pyta Jovái (doble talón) a causa del calzado de piel de tapir con forma rectangular. Eran los más temidos en el Chaco paraguayo, debido a muchas leyendas que se crearon alrededor suyo: así por ejemplo, se les consideraba caníbales, matones, traicioneros, vengativos, etc. Es cierto que fue un pueblo muy guerrero donde el coraje y la valentía tenían un lugar preponderante, y también es cierto que resistieron el encuentro con los blancos hasta el final.
Aún hoy existe un reducido grupo de Ayoreo silvícolas deambulando en el Chaco. Hay señales de que el grupo se habría reducido a pequeños subgrupos para optimizar los escasos recursos de caza y recolección que aún existen en el Chaco.
La economía y subsistencia de los ayoreos está basada en la caza y la recolección, al igual que en la agricultura y la pesca. Trabajan la madera para hacer utensilios, zapatos, arcos y silbatos. Para ellos, los dibujos geométricos poseen significados especiales, por ejemplo, el zig-zag representa un tipo de serpiente, el redondo al hormiguero, las líneas refieren las nubes.
El tratamiento de los padres hacía los hijos es afectuoso, dejando a los niños en libertad absoluta en todos los aspectos. El ayoreo sostiene que el castigo daña el desarrollo físico del niño.
Como parte de sus creencias mito- religiosas, estos indígenas protegían sus cultivos de los parásitos mediante la entonación de canciones o maldiciones. En su alimentación, la miel constituye un alimento fundamental. Se pintan el cuerpo con los colores negro y rojo. El negro expresa sentimientos de violencia y el segundo simboliza el erotismo, principalmente en los jóvenes.
La autoridad más importante en su sistema de organización social y política es el asuté o cacique, quien, por su valentía y su fuerza es el protector de la comunidad y en quien recaen las decisiones más importantes. La mujer tiene un rol social destacado, ya que, las decisiones tanto en la esfera familiar como en la grupal no se definen sin contar con el parecer de las mismas. Así también, cuentan con un médico, mago y adivino (dahisnai) quien se vale del uso de la palabra, cantos terapéuticos y soplos bucales para hacer sus curaciones.

Pueblo Qom

Pertenece a la familia lingüística Guaicurú. Registra un total de 1.939 habitantes y están asentados en los departamentos de Presidente Hayes y San Pedro. Son los últimos descendientes de la familia lingüística Guaicurú de origen pámpido-patagónico, se autodenominan Qom-Lik que significa ser humano.
La lengua propia es Qom y es hablada por el 80,87% del total de la población. Mantiene un contacto lingüístico con el castellano, y escasamente con el guaraní paraguayo.
Aunque existe escasa información etnográfica sobre este pueblo, se conoce que hubo una fusión cultural entre esta etnia y la maskoy durante las migraciones realizadas del sur hacia el norte chaqueño. Así, ocurrió que mientras los hombres hablaban la lengua toba, las mujeres la maskoy.
Esto fue resultado también de las guerras entre tribus, lo que ocasionó la muerte mayormente de mujeres en el primer caso, y de los varones en el segundo, uniéndose los sobrevivientes y generando el mencionado mestizaje.
En la mitología y en el chamanismo ocupa un lugar importante el tigre; que en idioma Toba llaman kiyok, cuyas hazañas son relatadas según dos vertientes, una de tipo mítico y la otra de tipo burlesco, como para neutralizar el miedo a la fiera. En este último caso los cuentos sirven para divertirse.
El kiyok es un animal que transmite potencia, cada animal tiene su dueño, se cuenta, que en el caso del tigre es el nowed y nowed es también el dueño de los chamanes y esto explica por qué la relación chamán – kiyok es tan privilegiada para las actuaciones chamánicas.

Pueblo Maká

Pertenece a la familia lingüística Mataco Mataguayo. Registra un total de 1.888 habitantes y están asentados en las ciudades de Asunción, Ciudad de Este, Encarnación y Mariano Roque Alonso.
La lengua propia es Maká y es hablada por el 97,25% del total de la población. Mantiene un contacto mayoritariamente con el castellano y escasamente con el guaraní paraguayo.
La palabra Maká significa “propiamente nuestro”. Son vinculados con los antiguos Enimaga o Inimaka según la grafía utilizada por diferentes autores.
La luna y el sol son admirados por este pueblo indígena. Conocen varios seres sobrenaturales, las festividades están marcadas por los astros. Los chamanes, conocidos como wihetaj curan por conjuro de los malos espíritus y son los depositarios de las tradiciones maká. De los bailes maká participan solamente los varones, quienes forman un círculo donde cada uno toma la mano del segundo que lo sigue y el cacique permanece en el centro.
En la actualidad su producción propia suele centrarse en bolsos, fajas, cintos y vinchas tejidas con hilo o lana de procedencia industrial; no ya como en el pasado, cuando solo podían acceder a las fibras vegetales autóctonos y a los tintes naturales.
Es frecuente encontrarlos en los lugares por donde transitan habitualmente los turistas que llegan al país, y, desde un mutismo característico, y con una insistencia también típica, tratan de entablar contacto comercial con las personas. Los Maká son, quizá, los indígenas más conocidos en Paraguay por su actividad relacionada con la venta de productos de artesanía.

Pueblo Ybytoso

Pertenece a la familia lingüística Zamuco. Registra un total de 1.915 habitantes y están asentados en los departamentos de Alto Paraguay y Central.
La lengua propia es Ybytoso y es hablada por el 97,1% del total de la población. Mantiene un contacto lingüístico con el castellano, y escasamente con el guaraní paraguayo.
Son tradicionalmente conocidos como Chamacoco. Se dividen en tres grupos, según las investigaciones.
En el siglo antepasado se mencionaban cuatro grupos, cuyos nombres se escribían de forma sensiblemente distinta: Horio, Ybytoso, Heiwo y Tomaraho.
Actualmente los horio han desaparecido; quedan los demás que viven en la zona de Bahía Negra, Puerto Diana, y Puerto Esperanza, Fuerte Olimpo, Bella Vista y Puerto María Helena.

Pueblo Guaraní Ñandeva

Pertenece a la familia lingüística Guaraní. Registra un total de 2.470 habitantes y se encuentran asentados en el departamento de Boquerón.
La lengua propia es Guaraní y es hablada por el 84,74% del total de la población. Existe un contacto lingüístico con el guaraní paraguayo, y de manera escasa con el castellano.
Son muy celosos de su cultura, tratan de no dar a conocer al resto de la población sus tradiciones, ni aun utilizan su idioma propio para comunicarse con los demás.
Conservan sus tradiciones en un ámbito reservado, privado. Para cantar se internan en el bosque. Mantienen sus creencias en el poder de la invocación de los espíritus para resolver problemas o curar enfermedades, llamar a la lluvia, cantar durante la tormenta, etc.
La asignación del nombre a los niños empieza antes del nacimiento. Cuando el padre sale al monte lo hace atento a todas las señales meteorológicas, apariciones de animales, sonidos de la selva, etc. De esta forma se prepara para detectar una situación que le sugiera el nombre de la criatura; el nombre en sí sirve para transmitir caracteres positivos a su hijo, especialmente en relación con las virtudes apreciadas por la etnia.
Las mujeres suelen cocinar en un fogón al lado de la casa. Comen platos de maíz cocinados de diferentes maneras. Entre los animales, tienen preferencia por el venado (guasu), chancho silvestre, el oso hormiguero, palomas y charatas. Entre las frutas ocupan importante lugar los frutos de cactus, además del mistol y el árbol iuia, con pequeños frutos negros.

Pueblo Enlhet Norte

Pertenece a la familia lingüística Maskoy Enlhet-Enenlhet. Registra un total de 8.167 habitantes y se encuentran asentados en los departamentos de Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay.
La lengua propia es Enlhet y es hablada por el 97,40% del total de la población. Mantiene un contacto con el guaraní paraguayo, y en escaso con el castellano.
Eenthlit significa pariente, prójimo. En su mayoría habla su propia lengua y son uno de los pueblos indígenas con mayor presencia en la zona urbana.
Por su ubicación geográfica, fueron uno de los pueblos chaqueños que entabló relaciones desde el comienzo de la colonización menonita, quienes, en el año 2012 han reconocido la pre-existencia del Enlhet celebrando la colocación de topónimos.
Utilizaban una flauta de bambú, un violín de una cuerda y llevaban al cuello un silbato de madera de palo santo. Tenían silbatos de hueso, madera, tronco de palma y cuero de animales. Las festividades se realizaban cuando había abundancia de miel, algarrobo o alguna de las materias primas que utilizaban para beber durante las ceremonias.
Hasta un pasado muy reciente a los Enlhet y a los Enxet se les consideraban un único pueblo denominado Lengua; hoy ellos mismos quieren ser considerados pueblos diferentes por sus lenguas, hábitats y tradiciones.
Sobre la dispersión y búsqueda de trabajos asalariados en las estancias o en las colonias tras los quiebres de la industria del tanino extracto del quebracho colorado, se repite la misma situación para todos los pueblos maskoy.